Feldenkrais
Moshe Feldenkrais (1904-1984) creó un método y le puso su nombre. Este método proporciona los medios para aprender a actuar de forma nueva y diferente a través del movimiento.
Cada acción que llevamos a cabo requiere del movimiento de una u otra parte del cuerpo y el cuerpo entero necesita organizarse para apoyarlo, mantener el equilibrio y continuar moviéndose. Este movimiento es funcional, es decir, tiene un fin o propósito, sea el de desplazarse o el manipular objetos.
Este proceso constante de organización y reorganización llamado movimiento está condicionado por la capacidad del cerebro de reconocer la situación del cuerpo en el espacio, y se basa en las costumbres. Las costumbres son patrones de acción aprendidos a través de nuestra experiencia personal. Normalmente tendemos a juzgar estas costumbres, pensando que tenemos que alentar las buenas y reprimir las malas. Pero más allá de este juicio, el cual depende del sistema de creencias personal de cada uno, es muy importante comprender que cada hábito nos sirve para poder funcionar con normalidad, repitiendo aquello a lo que nos hemos acostumbrado.
Pero lo que creemos nuestra normalidad suele estar bastante lejos de nuestro nivel óptimo. El método Feldenkrais se basa en la idea de que podemos mejorar nuestra capacidad para movernos y actuar más allá de nuestro nivel habitual. Esta mejora implica la posibilidad de hacer más cosas, con una mayor comodidad y facilidad, y sentir mejor lo que hacemos. Para cambiar las costumbres actuales, crear nuevas, mejorar la conciencia de lo que hacemos o ajustar mejor lo que hacemos a lo que realmente queremos hacer, debemos crear unas condiciones diferentes a las que rigen nuestra vida cotidiana. Un conocimiento profundo de las condiciones que facilitan el aprendizaje, junto con un gran número de lecciones que desglosan el movimiento humano en sus elementos y vuelven a integrarlos es lo que permite al profesor de Feldenkrais elaborar un proceso de aprendizaje individualizado para cada cliente o alumno.